 As followers of Christ, we've been adopted into God's family. This new identity is transformative, shifting our perspective from orphans to heirs.. Day 2: Embracing Our Identity in Christ Reading: Galatians 4:4-7 'But when the set time had fully come, God sent his Son, born of a woman, born under the law, to redeem those under the law, that we might receive adoption to sonship. Because you are his sons, God sent the Spirit of his Son into our hearts, the Spirit who calls out, “ Abba, Father.” So you are no longer a slave, but God’s child; and since you are his child, God has made you also an heir. ' -Galatians 4:4-7 As followers of Christ, we've been adopted into God's family. This new identity is transformative, shifting our perspective from orphans to heirs. Reflect on what it means to be a child of God. How does this truth impact your self-worth and your approach to daily life? Often, we forget our royal heritage and live beneath our privileges. Today, consciously remind yourself of your status as God's beloved child. Let this identity empower you to live boldly and confidently, knowing that the King of kings is your Father. Día 2: Abrazando Nuestra Identidad en Cristo Lectura: Gálatas 4:4-7 'Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a los que estaban bajo la Ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos. Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡ Abba ! ¡Padre!». Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero. ' -Gálatas 4:4-7 Como seguidores de Cristo, hemos sido adoptados en la familia de Dios. Esta nueva identidad es transformadora, cambiando nuestra perspectiva de huérfanos a herederos. Reflexiona sobre lo que significa ser un hijo de Dios. ¿Cómo impacta esta verdad tu autoestima y tu forma de enfrentar la vida diaria? A menudo, olvidamos nuestra herencia real y vivimos por debajo de nuestros privilegios. Hoy, recuérdate conscientemente de tu estatus como hijo amado de Dios. Deja que esta identidad te empodere para vivir con valentía y confianza, sabiendo que el Rey de reyes es tu Padre. |